Luego de la serie de restricciones, que incluyó la forma de imponer la ceniza durante los Miércoles de Ceniza de los últimos años, en este momento se volvió a la forma tradicional de obtener este residuo queda de la quema de los ramos de la cuaresma pasada.
Al respecto, Arturo Arana párroco de la Iglesia de Guadalupe y San José en el centro de Puerto Vallarta, indicó que poco a poco se ha estado volviendo a la normalidad, luego de que durante los último dos años, el proceso se hiciera de manera indirecta.
“Con motivo de la pandemia, en los tiempos más difíciles, pues cuando estaba…, era el momento álgido de del Covid-19, tomamos algunas medidas en toda la Iglesia, una de esas, por ejemplo es lo que tú has mencionado, verás, no contacto físico, sino más bien distribuir a cada quien la ceniza, cada quien que se la pusiera, no multitudes, etcétera; pero ahora que ha disminuido, sabemos que no se ha erradicado, pero ha disminuido; hemos aprendido a cuidarnos y pues ha vuelto a la usanza de antes de la pandemia, verdad, con la mano, con un sello, colocarle la gente la cruz en la cabeza”.
Indicó que para la población católica, es motivo de certeza el que ya la mayoría de las parroquias de la ciudad se estuvo imponiendo la ceniza de manera tradicional, es decir, una persona le colocaba al creyente en su frente un sello que con anterioridad había impregnado de ceniza