Cuaresma y el tiempo de realizar, en la antesala de este periodo, Juan Luis Casillas Martínez, párroco en Mascota, Jalisco, destaca la importancia de este tiempo litúrgico, invitando a la reflexión, el silencio y la penitencia. La Cuaresma, que comienza con el Miércoles de Ceniza y concluye en el Domingo de Resurrección, se presenta como una oportunidad para prepararse espiritualmente para la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
El presbítero enfatiza que el silencio, la reflexión y la penitencia actúan como agentes transformadores que fortalecen la voluntad y fomentan cambios significativos en la vida de los fieles. El Miércoles de Ceniza, marcado por la imposición de ceniza en la frente con las palabras:
- «Acuérdate que polvo eres y en polvo te convertirás» y «Arrepiéntete y cree en el Evangelio», simboliza la fragilidad humana y el deseo de retornar al camino hacia Dios.
Casillas destaca la Cuaresma es un tiempo de realizar propicio para el encuentro del creyente consigo mismo y con Dios. Citando al papa Francisco, señala que este tiempo es ideal para renovarse en el encuentro con Cristo a través de la Palabra, los sacramentos y el prójimo. La Cuaresma, según el párroco, representa una oportunidad para abrir las puertas a los necesitados y reconocer en ellos el rostro de Cristo.
El llamado a la penitencia durante la Cuaresma no solo se centra en el ámbito personal, sino que también se orienta hacia un cambio social. Casillas enfatiza la importancia de trabajar hacia comunidades menos violentas, más justas, solidarias, libres y fraternas. Estas prácticas, según el presbítero, son esenciales para manifestar la justicia, la verdad y el respeto en la vida social.
En resumen, Juan Luis Casillas Martínez presenta la Cuaresma como un periodo propicio para realizar y renovarse espiritual, destacando la relevancia de la reflexión, el silencio, la penitencia y el compromiso social como componentes clave de esta temporada litúrgica.
