Si algo ha caracterizado a Puerto Vallarta es la belleza de sus atardeceres, la mezcla de la puesta de sol con algunas plantas como las palmas y las antiguas palapas, dan a los ocasos del día una variedad de colores que en pocos lugares del mundo se pueden notar.
Aquí se puede observar como los elementos naturales se mezclan con las obras realizadas por los humanos para dar como resultado una belleza infinita que los vallartenses disfrutan a diario y que los turistas contemplan con infinito asombro.
La singular belleza de la costa del Pacífico Mexicano es uno de los principales atractivos turísticos que Puerto Vallarta brinda al mundo y que se nota cuando los últimos rayos de sol del día chocan contra una palma.